Desinfección por radiación ultravioleta

La desinfección por radiación UV es un proceso físico que inactiva virus, bacterias y protozoos por la emisión de luz UV a longitudes de onda germicidas que causan daños celulares irreparables.

La desinfección por radiación ultravioleta (UV) no inactiva los microorganismos por interacción química, sino que la inactivación se produce por absorción de luz UV, la cual causa una reacción fotoquímica en el microorganismo que daña los ácidos nucleicos y otros componentes celulares vitales, causando un daño irreparable o muerte de los patógenos expuestos. La longitud de onda, más potente para dañar el ADN y ARN es aproximadamente 254 nm.

Las instalaciones constan de una o más lámparas ultravioleta instaladas en el interior de tubos protectores de cuarzo en contacto con el agua. Por ser un desinfectante físico, que no deja residual en el agua, debe emplearse solamente seguido de un desinfectante químico secundario, para proteger al sistema frente a la proliferación de microorganismos y formación de biofilm. El punto más común de aplicación de radiación ultravioleta es la última etapa en el proceso de tratamiento justo antes del sistema de distribución y después de la filtración.